Fiel como siempre a su mundo resplandeciente, la diseñadora parisina nos acompaña en un mágico viaje entre el sueño y la realidad. La emblemática caja roja Baccarat es ahora el escenario para un lujoso set donde las gotas de las lámparas de araña cobran vida y se funden en un caleidoscopio de cristal transparente, azul laguna, verde oliva, rosa empolvado y rojo rubí. El octógono vibrante y misterioso se transforma en anillos, colgantes, collares y pendientes. Con increíble sutileza, el material envuelve la piel en finos engastes de oro o plata. Cada pieza se convierte en un imán de atracción, su corona de mil luces ilumina cualquier rostro, ensalza cualquier escote y magnifica cualquier expresión. La máxima elegancia con la firma de Baccarat por Marie-Hélène de Taillac.